En el programa de hoy conversamos
con Andrés Muñoz, a propósito del lanzamiento de la segunda edición del libro
“Aves Rapaces de Chile”, una obra cuyo origen está en un estudio sobre control
biológico de plagas mediante el empleo de aves rapaces, estudio que tuvo lugar
entre los años 2001 y 2003 y que fue financiado por el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Estamos en presencia de una
obra ambiciosa que está respaldada por un trabajo de campo notable y que resume
años de observación y estudio de treinta investigadores pertenecientes a
distintas organizaciones públicas y privadas, disciplinas y nacionalidades,
todos unidos en aras de proporcionar al lector la mejor información disponible
sobre estas magníficas aves que, como señala nuestro entrevistado, tristemente
gozan de “mala prensa” como producto de una larga tradición de desinterés,
mitos e incomprensión de la fauna nativa, situación de la cual las aves no
escapan.
Andrés Muñoz es médico
veterinario de profesión, magister en ecología y doctor en Ciencias Ambientales
y se especializa en fauna silvestre, paisaje visual y restauración de sistemas
ecológicos. Trabaja como académico e investigador en la Universidad Católica de
Temuco y en la Universidad Austral de Chile en Valdivia, en el Centro de
Estudios Agrarios y Ambientales. “Aves Rapaces de Chile” de los editores Andrés
Muñoz Pedreros, Jaime Rau Acuña y José Yáñez Valenzuela, es una obra de Cea
Ediciones.
Algunos de los puntos
principales que tratamos en esta entrevista:
·
El estudio de campo inicial tuvo lugar en la reserva
Lago Peñuelas en la región de Valparaíso, donde se instalaron cajas anideras
para las aves rapaces, especialmente las nocturnas. Este primer estudio
demostró que en dos años las rapaces desplomaron la población del ratón de cola
larga y controlaron además otras especies de roedores.
·
Existe un bajo conocimiento de estas aves entre la
población, que cuando es consultada incluye entre las rapaces a especies tan
ajenas como cisnes y garzas.
·
A nivel del folclore popular las rapaces son
asociadas con lo demoniaco o influencias malignas, lo que en el caso de la
lechuza resume mitologías que tienen su origen en la tradición medieval
española y en leyendas nativas como el kalkú mapuche.
·
Los estudios demuestran un doble discurso en la
población, por un lado un discurso público de protección y cuidado de las aves,
pero por otro lado un discurso privado que reafirma la percepción negativa o
maligna de las rapaces.
·
Ante esta realidad los investigadores realizan
también trabajo de educación ambiental para erradicar estas percepciones
equivocadas y ayudar a que la población tenga un mejor conocimiento de estas
especies. Este tipo de actividades se realizan en más de treinta lugares entre
Calera de Tango y Osorno.
·
La dramática irrupción del virus Hanta que propaga
el ratón de cola larga ha tenido el efecto positivo de mejorar la percepción de
estas aves y en especial de búhos y lechuzas, vistas cada vez más como un
aliado para controlar a los roedores.
·
Contrariamente a la creencia común, el problema del
desconocimiento de estas aves o su percepción negativa se extiende también a la
población rural. En un estudio en Hualqui los estudiantes identificaron al
perro como el animal silvestre de la comuna.
·
Uno de los desafíos de la educación ambiental sería
no sólo el estudiantado sino también los profesores, pues en la formación de pedagogía
no se incluirían conocimientos básicos del patrimonio natural del país.
·
Los perros asilvestrados constituyen una de las
mayores amenazas de la fauna silvestre hoy en día. Su acción ha afectado a la
población de guanacos en Llanos de Chaye por ejemplo, pero en general amenaza a
especies diversas, como huemules y pudús.
·
Lo anterior plantea una mirada crítica a los
animalistas que no tienen formación o conocimientos sobre patrimonio y fauna
silvestre. En ocasiones en que perros asilvestrados invaden reservas y áreas
silvestres, organizaciones animalistas han privilegiado a los perros por sobre
la fauna nativa.
·
En todo caso, para las rapaces las principales
amenazas son otras, como la pérdida de sus hábitats por la deforestación o los
bosques de pinos y eucaliptus, lo que les priva de lugares de anidación.
·
Otra importante amenaza es el uso de veneno para
roedores que en sectores rurales termina no sólo con los ratones sino con las
aves que después los ingieren.
·
Se destaca el ejemplo de Israel, donde la ley obliga
a los agricultores a instalar y supervisar cajas anideras en sus propiedades
para asegurar el control biológico de plagas (roedores).
·
En Latinoamérica la situación chilena está muy
adelantada en lo que respecta al control biológico de roedores ya que se tenían
estudios sobre la ecología de las especies de ratones (como el cola larga) y
también de rapaces, en especial de la lechuza.
·
Hoy en día el control biológico de plagas se
implementó en algunas empresas, como forestales y viñas (vinos orgánicos), que
deben comprobar el no uso de raticidas para certificarse ante organismos
internacionales como parte de los protocolos de exportación.
·
El “birdwatching” o avistamiento de aves, como una
actividad que integra a muchos aficionados a la fauna silvestre, tiene
numerosos cultores en el país y es un fenómeno que ha contribuido a los
esfuerzos de educación y conservación de estas especies. Para los amantes de las
aves las referencias obligadas son la ROC o Red de Observadores de Aves,
mientras que eBird es la mayor plataforma online internacional para registrar
avistamientos de aves con literalmente millones de archivos.
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